Antes, los levantamientos armados se fortalecían de la sección mas vulnerable de la población. Analfabetas, jornaleos, desempleados, o gente que había sido desprendida de sus tierras comprendían los perfiles de aquellos que le daban músculo a los movimientos armados de México.
Ese sector de la sociedad es el que ahora opta por la informalidad, emigrar a EEUU o alimentar las filas del narco.
Ese sector de la sociedad no dependía -como ahora- de ningún sistema de gobierno para coexistir. Una injusticia (el ejército violando a las mujeres del pueblo, por ejemplo) y un líder bastaban para dirigir la energía de éstos para entrarle a los chingazos.
México ha cambiado mucho, sin cambiar. Tiene los mismos problemas pero un sistema que -como el cuerpo humano- ha adquirido inmunidad ante las soluciones que antes encontraba la sociedad, como la lucha armada.
Andrés Manuel, gran conocedor de la historia, sabe ésto. Los adversarios de Andrés Manuel, interesados en mantener el régimen, también. Pero también saben que en medio de la incertidumbre cualquier gota puede derramar el vaso.
Buscar el cambio a través de un movimiento armado en México sería tanto -o más- absurdo que esperarlo del mismo sistema que se mantiene teniéndonos así.
Hace falta una lucha que sea tan completa y tan compleja como el mismo sistema que se resiste a ella.
Actuar de forma creativa y certera. Actuar antes de que se "resuelva" la elección. Se me ocurren ideas. ¿Y a ti?
